Foto: fotofiestas.net
¿No te ha pasado alguna vez con tus invitados en Fiestas
de Moros y Cristianos que, después de ponerle un cubata en un cuartelillo, han
sacado la cartera para pagar? ¿Y que cuando les has dicho que no tenían que
pagar nada, que era gratis, se han quedado con la misma cara que si hubiesen
visto un fantasma? Pocos somos los que podríamos levantar la mano si nos
preguntasen si no hemos vivido alguna vez esta situación con amigos, con familiares,
con compañeros de la universidad… a los que algún año, especialmente cuando
éramos más jóvenes, hemos invitado a compartir nuestras fiestas. Porque, al
margen de otras peculiaridades y características de las Fiestas de Moros y Cristianos de Elda y de Petrer, algo que siempre sorprende a quienes nos visita
es el carácter acogedor y hospitalario de nuestras fiestas y, muy especialmente,
de nuestros cuartelillos, con las puertas abiertas de par en par para todo el
mundo, sea conocido o no.
Está claro que, cuando un pueblo celebra sus
fiestas, por pequeño y humilde que sea, siempre entrega lo mejor que tiene y
ofrece su cara más bonita. Pero, después de visitar las fiestas populares de otros municipios, en muy pocos lugares he visto repetida la situación que se da
en Petrer y, sobre todo, en Elda, con los cuartelillos.
La crisis y algunos años oscuros de peleas nocturnas
y gente dedicada a reventar la fiesta han hecho que, en los últimos años,
algunos cuartelillos hayan sido más comedidos a la hora de abrir sus puertas a
todo el mundo. Pero, incluso pese a ello, durante los cinco días de Moros y
Cristianos, los cuartelillos siguen siendo la casa para propios y extraños.
Estos días, la fiesta se vive en la calle y se
remata en los cuartelillos. En ellos se almuerza, se come y se cena; se
comparten momentos con amigos cercanos y se disfruta de reencuentros con amigos
que viven fuera y vuelven a casa por Moros y Cristianos; se baila, salta y
grita al ritmo de la música; se intenta ligar o, cuanto menos, conocer caras nuevas;
se aprovecha para una cabezadita reponedora en cualquier rincón; y otras tantas
cosas, algunas que, si las paredes de los cuartelillos hablaran, probablemente
nos dejarían con la boca abierta.
Cuartelillos que en estos momentos se encuentran
ultimando preparativos porque las Fiestas de Moros y Cristianos están a la
vuelta de la esquina. En Petrer de forma inminente. El próximo jueves 12 de
mayo, cuando miles de voces entonen al unísono “Petrel, mi gran Petrel, mi
frenesí no puede cantar más, porque mi voz no sabrá expresar con más pasión lo
que mi alma dirá...”, ya no habrá marcha atrás y todo Petrer vibrará de emoción
y alegría durante cinco días de fiesta.
Y en Elda nos toca esperar un poco más, porque no
será hasta el día 2 de junio cuando comiencen las anheladas Fiestas de Moros y
Cristianos. Lo bueno es que las semanas anteriores ya vamos calentando motores
con la Entradica Cristiana y con la Entradica Mora.
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